lunes, 13 de octubre de 2014

Arequipa

Semana Santa


En estos días, hombres y mujeres visten de luto, todos portan velas y sólo ellas llevan mantillas, van en un cortejo siguiendo a las imágenes sagradas, entre cánticos sagrados.

Desde el día lunes la ciudad se recoge para recuperar el sábado siguiente su aspecto normal, al celebrarse la Resurrección que termina con el domingo de Gloria.

En todos los templos se celebra el domingo de Ramos con la entrada de Jesús a Jerusalén, pero en Santa Teresa y en Santa Catalina, esta recordación cobra mayor tipismo, pues de esos templos salen cargados borricos de yeso, con Jesús montado y seguido de fieles provistos de palmas tejidas en cruz, que hacen bendecir.




En la tarde se inicia la procesión del Señor del Gran Poder, que es una réplica del patrono de Sevilla y que sale de la catedral.

El lunes, la bella imagen del Señor de la Caridad, muy semejante al famoso Cristo de Velázquez, es sacada en procesión del templo de Santa Marta.
La imagen en su recorrido ingresa a Santa Teresa y después a Santa Catalina, mientras recibe homenajes en el camino.




La Macarena sale en procesión del templo de la Compañía el martes, con grupos de encapuchados y gente llevando cirios. El miércoles sale en procesión del templo de la Merced, el magnífico lienzo del Señor de la Sentencia, que representa a Jesucristo ante un juez.

El jueves es el día de recorrido de "monumentos", para rendir homenaje a Cristo Eucaristía, rememorando la cena que compartió con sus discípulos.

Desde el mediodía del viernes se inician los sermones de las tres horas en los templos, llenos de fieles para escuchar las admoniciones de los oradores sagrados, que son previas a las procesiones del Santo Sepulcro.

Todo Arequipa acude a este funeral sagrado; la imagen de Cristo Yacente dentro de una urna de cristal es sacada del templo de Santo Domingo.

Aquí se congregan millares de personas, confundiéndose lo más alto con lo más humilde del pueblo. Por una acera van los hombres y por la otra las mujeres, todos vestidos de luto, mientras las bandas ejecutan marchas fúnebres.




La misa de gloria se celebra a la media noche del sábado y la Resurrección se representa de acuerdo con la hora bíblica.

Más tarde viene la "quema de Judas": un muñeco enorme, relleno con cohetes, estalla en el distrito de Yanahuana y arde hasta quedar convertido en cenizas, mientras se desprende una bolsa con 30 monedas que luego se disputan los chiquillos del barrio.



Chapi: Santuario de peregrinos


El 1 de mayo de todos los años, los devotos van en peregrinación al santuario de la Virgen de Chapi, que está a 45 km de la ciudad. Largas filas de peregrinos llenan el camino al lugar, se juntan fieles de Arequipa y otras ciudades del sur del país con los que llegan de Bolivia, Chile y hasta de Argentina. Casi todos los arequipeños hacen el peregrinaje a pie, de ida y regreso, apoyados en báculos que les ayudan a llevar el peso de las mantas y el saco de provisiones.

El día de la fiesta hay una gran procesión en Chapi y la imagen de la Virgen recibe el homenaje de miles de peregrinos, que la acompañan portando cirios fabricados por artesanos del lugar. Después, en medio de los fuegos artificiales, "castillos" y cohetones, se vende hasta agotarse el famoso "pan de Omate", mientras todo el ambiente está impregnado de pólvora y del sabroso olor de los chicharrones.



El Yaraví


Es necesario vivir en Arequipa para sentir el yaraví, porque la música y la letra de esta expresión musical popular tiene la misma esencia del hombre arequipeño.

Esta música tiene la dulce tristeza del abandono y quienes lo escuchan no viven lo que dice el verso, sino su propio verso. Musicalmente, Arequipa es el yaraví; en las vihuelas, cuando brotan sus acordes, el cholo se torna trágico y abandonado y hasta la voz se le quiebra, pues además de causar dolor la triste música y amargura su letra, parece transportarlo hacia épocas lejanas.

En la época de Mariano Melgar, el yaraví cruzó la línea de la aldea y voló por el sur del Perú y Alto Perú hasta Tucumán, en las voces y las guitarras de los traficantes y de los soldados de Goyeneche y Tristán. Y cuando murió el héroe de Huamanchuco, el yaraví se convirtió en símbolo de todo Arequipa.




No hay comentarios.:

Publicar un comentario