miércoles, 15 de octubre de 2014

Huancavelica

La danza de las tijeras


Aunque es una danza muy común en los departamentos que pertenecen a las áreas culturales chanca (Huancavelica, Ayacucho, Apurímac y una parte de Arequipa), en Huancavelica presenta su propio estilo y música.

Aquí los danzantes son conocidos como tusuq, mientras que en Apurímac son llamados saqras y en Ayacucho dansaq.

La cuna de los danzantes de tijeras en Huancavelica es el pueblo de Paucará (Acobamba), donde, desde hace mucho tiempo, todas las fiestas cuentan con la presencia de esta danza.




Los tusuq layqas, antecesores de los danzantes de tijeras, eran considerados sacerdotes, adivinos, brujos y curanderos y eran muy respetados en todo el pueblo. Al llegar los españoles y desterrar las antiguas costumbres agrícolas para establecer las mitas mineras, fueron también los principales perseguidos, puesto que se resistían a abandonar sus tradiciones ancestrales.

Eran llamados supaypa wawan (hijos del diablo) y se refugiaban en las alturas. Como los españoles no lograron borrar la mitología andina, los aceptaron en su sociedad con la condición de que danzaran en honor a su Dios; es decir, que participasen en los rituales de la religión católica.

Actualmente, la danza de tijeras es una danza clásica, ritual, de carácter mágico y religioso, en la que se representa a los espíritus de la pachamama, yacumama, hanaccpacha, ucupacha y otros wamanis (dioses andinos), así como diferentes aspectos de la vida del poblador de la región.




La danza está influenciada por los bailes que trajeron los españoles, especialmente las jotas, contradanzas y minúes, así como por la vestimenta de los señores virreinales.

El uso de las tijeras, constituidas por una tijera hembra y otra macho, se debe a que los tusuq, sometidos a las explotaciones mineras y de fundiciones, buscaban una aleación de metales que expresase sus sentimientos y los espíritus de sus antepasados.

El atuendo de los danzantes es variado, dependiendo del personaje y de las circunstancias. En la época colonial empezaron a imitar los brillantes uniformes militares. Así los bordados con hilos metálicos fueron representando los seudónimos de los danzantes y figuras de la naturaleza que aparecen en los trajes actuales, que llevan plumajes, sombrero, peluca, pechera, camiseta, casaca, faja, pantalón, mangas, medias, plantillas o zapatillas, pañuelos, guantes y por supuesto las tijeras.

La danza de las tijeras en Huancavelica se puede clasificar en: danza mayor o de competencia (atipanacuy); danza menor o qolla alva, que se baila por las noches; y zapateos, realizados en las festividades navideñas. Los danzantes tienen una vocación casi sacerdotal, inician su aprendizaje durante la infancia, lo cual se transmite de generación en generación.




Religiosidad popular

Adoración de los Reyes Magos


Es la fiesta religiosa más típica de los huancavelicanos. Desde 1980, cada 6 de enero se representa el viaje de los Reyes Magos hasta Belén y su adoración al Niño Dios. Al mediodía, los tres Reyes Magos parten a caballo del templo de San Francisco, y en cada esquina pronuncian discursos sobre el motivo del viaje que los llevará hasta el Mesías. Los diálogos suceden hasta la plazuela de Santo Domingo; tras un breve descanso, simulan estar en Jerusalén y preguntan por el Mesías prometido. Herodes los manda llamar y con ellos se inicia otro diálogo para indagar sobre el motivo de su viaje. Luego los Reyes Magos continúan su recorrido hasta el atrio de la iglesia de San Francisco, donde hay un pesebre; allí brindan reverencia al Niño, la Virgen y San José.



Fiesta del Niño Perdido


Doce bailarines disfrazados de negros, más un hombre vestido de negra (la "Mariarosa" o "Marica") y el "Huajrasenaja" (que lleva una máscara de rostro español y un látigo) aparecen en Yananaco, uno de los barrios de la ciudad, y se dirigen a la plazuela de Santo Domingo, de donde salen a la noche siguiente (con atuendos de colores, sombreros de paja y pantalón blanco) a bailar el "zapatín".




El Niño Perdido sale en procesión cada 14 de enero de Santo Domingo, seguido por sus hermanitos "Ani Corazón" y "Fajardo", acompañados de su madre María Belén y de San José. Terminada la procesión los negros realizan durante dos horas otra danza y después de un breve descanso vuelve a salir el grupo a bailar a las calles.



Fiesta de San Sebastián


En la antiguedad se celebraba representando una batalla entre "moros" y "cristianos", disfrazados con máscaras, protegidos con planchas de hierro y gruesas pieles, y armados con garrotes; en ocasiones esta simulación servía de pretexto para resolver riñas personales, que a veces terminaban en la muerte de uno de los combatientes. Actualmente la fiesta gira únicamente alrededor del santo, con ferias y fuegos artificiales cada 20 de enero.



Semana Santa


Las celebraciones empiezan el Domingo de Ramos, con la feria de Lircay, y concluyen el Domingo de Resurrección con la feria de Huancavelica, reuniendo a comerciantes, ganaderos y campesinos que visten sus mejores trajes; los jóvenes solteros usan una flor en el sombrero, para indicar que aún están buscando pareja.

El Jueves y Viernes Santo la población sale a las calles para participar de las ceremonias religiosas. Entre las procesiones y ceremonias de estas fechas, las más importantes son la del Señor del Desprendimiento, la de Jesús Nazareno, de la Virgen de los Dolores y el Santo Sepulcro.




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