lunes, 13 de octubre de 2014

Ayacucho

El folklore ayacuchano es de notoria fama en toda la República y algunas de sus fiestas atraviesan ya las fronteras del país.




Son célebres su Semana Santa, tan cargada de dolor, con himnos religiosos en quechua, procesiones con hermosas efigies españolas y sus ferias que se remontan a la colonia, en las que se hace un vivo comercio, se canta y se baila.

Hay numerosas danzas como las de "los corcovados" y "los arrieros", viajeros en hermosos caballos de elegantes monturas y riendas de plata. Pero el señor indiscutible de las fiestas es el casi mitológico dansaq, cuyas tijeras provenientes de Pullo, en Puquio, "las hicieron los auquis y la laguna de Yauriviri les dio su voz".




Las fiestas agrícolas y ganaderas tienen música y canciones especiales. La fiesta de la limpieza de las acequias muestra la forma cooperativa en que realizan sus faenas alegremente y es ocasión para escuchar el wakra, en el cual son especialistas los legendarios morochucos.

Sus huaynos y yaravíes también lo caracterizan, siendo una de las más populares melodías: "Adiós pueblo de Ayacucho".

Durante los carnavales son frecuentes las comparsas, los "cortamontes" y las "harascascas", en donde bailan todos por las calles al compás de conjuntos de músicos. Y quien al irse de Ayacucho haya escuchado un harawi cantado por sus mujeres, siempre recordará la inolvidable despedida.




Una manifestación popular que todavía se practica en Ayacucho al final de las fiestas patronales es la del "tira jarro" o jarro choqay. El mayordomo  de la fiesta es el encargado de arrojarles regalos a los asistentes, aunque actualmente se arrojan bizcochos, rosquillas y frutas de la estación. Esta costumbre es frecuente en los barrios de Santa Ana, San Juan Bautista y la Magdalena, y suele ser acompañada por "los corcovados" y los danzantes de tijeras.

Semana Santa Ayacuchana


La Semana Santa de Ayacucho es uno de los sucesos más notables dentro de las tradiciones religiosas y costumbristas, el cual es capaz de llenar toda la ciudad en una semana, ya que en él participa la población entera. Se calcula en 15 mil el número de visitantes por estas fechas.

La presentación del Calvario que todos los años, en el mes de febrero, tiene lugar en Ayacucho es casi tan antigua como la ciudad misma y con el correr de los siglos, se han ido mezclando en esta conmemoración las ideas, costumbres y creencias traídas a la región por los españoles, con tradiciones indígenas y paganas.

Aunque los días de Semana Santa se inician el Domingo de Ramos, ya desde el viernes anterior (Viernes de Dolores) se da inicio a las celebraciones con la salida de la procesión de la imagen de la Dolorosa de la iglesia de la Magdalena.




El Domingo de Ramos, a las 7 de la mañana en la catedral, se bendicen las flores y las palmas que llevarán los niños que acompañarán a una imagen de Cristo sentado en un pollino (asno). A las 3 de la tarde sale del templo de Santa Teresa la procesión con la imagen de Cristo y doce hombres que representan a los doce apóstoles, siguen a la imagen por el jirón 28 de Julio y la plaza de armas.




El Lunes Santo sale una sencilla procesión del templo de la Merced, llevando la imagen del Señor del Huerto.

El Martes Santo es la procesión de la imagen del Señor de la Sentencia.

El Miércoles Santo sale de la iglesia de Santa Clara la procesión con la imagen del Nazareno. Es un acto impresionante, digno de admiración y respeto en el que se recuerda el camino del Calvario y el encuentro de la Virgen con su Hijo, rumbo de la crucifixión.




El Jueves Santo se realiza en la catedral la misa de consagración de los óleos. El obispo lava los pies a doce pobres.

El Viernes Santo, en la histórica pampa de Chupas y en Llañupampa (detrás del cementerio), se realizan típicas ferias regionales. Al mediodía la gente va a escuchar a muchas iglesias el "sermón de las tres horas". A las 8 de la noche sale del templo la procesión del Señor del Santo Sepulcro.




El Sábado de Gloria es un día de fiesta. Estalla la alegría en forma desenfrenada y repican las campanas de las numerosas iglesias después de dos días de silencio. Festejos populares, los morochucos, peleas de gallos y la feria del cerro Acuchimay.




El Domingo de Resurrección sale a las 4 de la mañana la procesión de la Aurora. Con esta procesión terminan las celebraciones de la Semana Santa. En la tarde, en el estadio "Leoncio Prado", se realizan carreras de caballos, conducidos por indígenas morochucos.




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